jueves, 24 de septiembre de 2009

Que sea hoy

Analiza por un momento tu vida y probablemente te resultará fácil encontrar algún área significativa en la que tengas decisiones pendientes por tomar.

Tú sabes que es importante tomar esas decisiones, actuar, moverte, cambiar cosas... pero no lo haces, y quizás hace tiempo que eso viene siendo así.

En estos casos te invito a que dejes a un lado la búsqueda de explicaciones. Eso no afectará tus resultados. No es necesario saber porqué motivos no has actuado, ni qué es lo que te ha frenado hasta ahora... las explicaciones sobran.

Si es importante domar una decisión y no la tomas, ese área desencadenará una señal de alarma de forma recurrente, así no es de extrañar que más de una vez hayas pensado en lo conveniente de actuar,... pero no lo has hecho. Mientras ese bucle siga abierto vas a tener que dedicar energía a gestionar la alarma... energía que podrías dedicar a tomar la decisión.

Si al final tienes que hacerlo... que sea hoy. No lo dejes para otro momento "mejor" porqué ese momento probablemente no llegue, y en cualquier caso, mientras se te irá apareciendo la necesidad de actuar una y otra vez con el consiguiente derroche de energía y malestar.

Lo que suele pasar cuando uno pospone algo importante esperando un momento mejor... es que acaba actuando cuando el dolor de no hacerlo es tan grande que no puede aguantar más... y no porqué ese momento haya aparecido.

Ya sabes que es importante, ya sabes que al final tendrás que hacer algo sobre eso... pues hazlo ya. Siempre me ha resultado muy efectivo actuar la primera vez que se me ha presentado un asunto. Si lo pospongo resulta que no gano en efectividad, pierdo tiempo por un lado, y eficacia por el otro, y además, me implico emocionalmente al recordar que hay algo pendiente que "tengo" que hacer.

Si actúo la primera vez me lo quito de encima, la rueda sigue girando y mi mente queda libre para centrase en lo que es importante, y no se ocupa de ir recordando qué obligaciones tengo conmigo mismo.

Analiza tu vida y cuando des con esas áreas significativas actúa... pero no lo dejes para mañana, mañana no existe, existe el presente que es donde estás viviendo. Hazlo ahora y deja de darle vueltas una y otra vez.

El miedo muchas veces está interfiriendo porqué le damos tiempo a que brote y madure. Lo has pasado tantas veces en tu mente que al final has sido capaz de encontrar todas y cada una de las posibles amenazas y consecuencias negativas.

Si tienes que hacerlo hazlo. Y si no eres capaz de enfrentarte a ese área... entonces mata el tema. Déjalo a un lado y sigue tu camino sin volver la vista atrás. No te tortures pensando una y otra vez en eso... has decidido que no lo vas a tocar... está bien,... es tu decisión y no hacer, es tan válido como hacer si así lo eliges.

Si es importante para ti actúa y haz, y si es importante pero no quieres jugar a tu favor, apártalo y sigue tu camino,... pero no te hagas sangre volviendo sobre el mismo asunto una y otra vez.. Así que, si tu mente te pasa la película de nuevo decide: haz, o pasa de largo...

Tienes una cantidad finita de energía y me parece absurdo que la inviertas de forma poco productiva. Dedica tus recursos a tus objetivos, no a recordar tus "obligaciones" o a asustarte.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Especulando con la ventaja tecnológica

He leído en "menéame" una noticia muy curiosa sobre cómo la SEC, la comisión de valores de EEUU, (el equivalente a la CNMV) está estudiando vetar el uso de un tipo de ordenador superpotente que se utiliza para especular en los mercados.

Lo que hacen dichos ordenadores es analizar las órdenes de compra y de venta en el pequeño espacio que va desde que los inversores lanzan las órdenes al mercado hasta que dichas órdenes se ejecutan. De esta manera pueden identificar si hay mayor presión vendedora y compradora y posicionarse a favor de la tendencia.

Publicado en "La Voz de Galicia", podéis leer la noticia completa aquí.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Reflexiones 1: Dinero trabajando

El pasado viernes cerré el programa "La guardiola" en Mataró Radio, 93.9 FM, que presenta Gabi Morales. Se trata de una sección pequeña que en esta ocasión versó sobre "poner dinero a trabajar".

Aquí te dejo la transcripción:

Una de las cosas que más me sorprende es que haya tantas personas que no tengan un plan para conseguir que su dinero trabaje para ellas. Dedican las mejores horas del día y los mejores años de sus vidas a trabajar por dinero y no se están de desplazarse fuera de la ciudad para ir a la oficina, aguantan a sus jefes y quizás unos horarios penosos... y después, una vez han conseguido el sueldo a final de mes resulta que no tienen ningún plan para poner ese dinero a trabajar. Claro, al no hacerlo se condenan a tener que seguir trabajando por dinero. Cuando planteo este tema muchas personas me miran con cara extraña, como si no se les hubiera pasado nunca por la cabeza tener dinero trabajando para ellas. Jolines, a mi lo que me resulta extraño es que alguien esté dispuesto a seguir trabajando por dinero sin dar ese paso extra.

No nos engañemos, todo el mundo necesita dinero, y para conseguirlo la mayoría se dedica a seguir el camino que menos dinero les va a dar que es trabajar.

Soy firme defensor de que todo el mundo tendría que poner su dinero a trabajar para él, y que cuando antes mejor, y me encuentro que aquello que más cuesta de aceptar a las personas es que eso sea algo que puedan hacer ellas.

Lo puede hacer todo el mundo. Solo es cuestión de tener las ideas claras y seguir cuatro pasos bien sencillos.

Claro que, si uno no cree que eso sea posible, entonces no es posible para él.

Todo parte de una idea sencilla: aquello que logras depende de aquello que haces, y aquello que haces depende de cómo piensas... Así que si quieres tener alguna opción de conseguir algo que ahora no estás consiguiendo, tendrás que estar dispuesto a revisar tus ideas.

¿Y tú? ¿Crees que merecería la pena tener dinero que trabajase para ti? Este es tu reto. Recuerda que quien tiene un "qué" lo suficientemente importante frecuentemente da con el "cómo".

viernes, 18 de septiembre de 2009

Cervatillos en la noche

Para desarrollar un proceso de coaching exitoso siempre me ha sido útil pensar en fases.

Alguien está obteniendo un resultado que no le satisface en alguna área de su vida: no gana lo que quiere, no está bien en su relación de pareja, no dispone de tiempo libre para estar con su familia, no le encuentra sentido a su vida...

Lo primero es definir qué es exactamente lo que queremos, cual es el objetivo, la meta hacia la que deseamos ir.

Lo segundo es identificar un plan de acción que sea capaz de llevarnos a conseguir lo que queremos.

Lo tercero es emprender la acción y aplicar ese plan de forma sistemática y regular.

Lo cuarto es medir si nos vamos acercando o no, a nuestro objetivo para poder aplicar medidas correctoras.

Eso es todo. Si alguien pasa por esas metas conseguirá lo que desea.

Ahora, bien, resulta que en muchos casos las personas están insatisfechas con sus resultados y se quedan bloqueadas, incapaces de moverse hacia adelante. ¿Qué está pasando para que alguien se atrape en un trabajo que aborrece, en una relación de pareja que ha dejado de ser lo que quería o en un estilo de vida que le consume? ¿Qué está pasando para que esta persona no actúe a favor de su mejor interés? ¿Por qué no avanza?

Para mi está claro:
  1. No ha definido su objetivo con claridad. Sabe lo que no le gusta pero es incapaz de definir lo que sí le gusta. Su trabajo le resulta muy desagradable y penoso pero no sabe qué trabajo desea.
  2. Habiendo definido su objetivo no ha diseñado un plan de acción capaz de llevarle a su meta. Así, por más que uno sepa lo que quiere, sino conoce el camino a seguir es poco probable que lo consiga.
  3. Teniendo un plan de acción no lo aplica. No tiene mucho sentido disponer de un mapa hacia el éxito si no das los pasos necesarios para conseguirlo.
  4. Se está aplicando el plan equivocado y no se miden los resultados. Si no sabes medir tu progreso quizás estás invirtiendo muchos recursos en algo que no tiene el potencial de llevarte a tu meta.
En cada uno de estos 4 grandes bloqueos hay medidas que un coach puede promover, pero hay uno que me resulta especialmente relevante: el bloqueo número 3: no aplicar el plan de acción.

Hay mucha gente atrapada ahí. Saben lo que quieren y saben lo que tienen que hacer para lograrlo y, a pesar de ello, son incapaces de moverse de forma decidida hacia su meta. No actúan, no aplican, no hacen,... se quedan soñando con lo que les gustaría lograr sin hace lo que está en su mano.

En mi experiencia como coach este comportamiento, en muchos casos, se puede atribuir a falta de motivación que deriva de la falta de claridad (el objetivo no está lo suficientemente definido, o su impacto es menor, o no es ecológico, o no es posible, o no es prioritario...). Si alguien tiene un motivo suficientemente grande actuará sin pensarlo dos veces...

Detrás de este bloqueo suele estar tb el miedo: falta de confianza, anticipar un resultado negativo, consecuencias negativas por actuar, falta de recursos,... En algunos casos este miedo es justificado porqué deriva de una valoración ajustada de la realidad, pero en otros casos se trata de un espejismo. Ahí es donde el papel del coach es determinante.

Tú sabes que si no tienes dinero trabajando para ti, te estás condenando a seguir trabajando por dinero.

Sabes qué consecuencias tiene para ti tener que dedicar las mejores horas del día y los mejores años de tu vida a trabajar por dinero.

Imaginas con claridad lo que supondría disponer de ingresos pasivos que entrasen en tu economía sin tener que dedicar tiempo a ello.

Conoces el poder del interés compuesto.

Sabes cómo ahorrar y tener un excedente para poner a trabajar.

Conoces varias formas de invertir (el GAD, el Twinvest, el sistema Semillas, o el Top 10,...) o podrías conocerlas.

Así que si no tienes dinero trabajando para ti... algo está fallando.

No te conozco y no se qué ganas, qué gastas, en qué trabajas, cómo es tu familia,... pero se que eres humano (eso espero), así que te dejas cazar por las mismas trampas que los humanos.

Yo me dedico al trading y me muevo por probabilidades. En un entorno incierto y cambiante es lo que me mueve hacia adelante. Lo más probable es que:

1. No tengas suficiente claridad sobre la importancia de tener dinero trabajando para ti (de hecho si la tienes, y una parte de ti lo ve con absoluta transparencia, pero otra parte no quiere que pierdas así que crea una trampa en tu mente para mantenerte parcialmente ciego).
2. No creas que eso sea posible en tu caso pq tu eres humano pero eres distinto a todos los demás humanos y tus circunstancias son completamente diferentes,... claro (este es el efecto de tu mente evitando que fracases).
3. Creas que eso es muy peligroso (tu mente de nuevo, justificando que no actúes para evitar tener que enfrentarte al fracaso y privándote de un futuro con muchas más opciones...). Lo que es peligroso es pasarte 45 años yendo a la oficina a trabajar y luego morir.
4. Te falta un empujoncito... alguien que te coja de la mano y te ayude a dar ese primer paso y luego ese segundo hasta que vuelvas a confiar en tus posibilidades.

Si no actúas eres como un cervatillo que al cruzar una carretera de noche queda deslumbrado por los faros de un coche y, en vez de dar un salto y quitarse de en medio, se queda paralizado viendo como las luces se acercan rápidamente,... puede actuar, pero se condena a esperar la muerte.

No hagas como ese cervatillo y actúa. Está en tu mano el conseguir lo que es importante para ti. Cree que es posible para ti pq así es. Eres como cualquier otro ser humano, tienes capacidad suficiente, pero estás entrenado a perder. Si el plan que estás siguiendo no es suficientemente bueno reconócelo y cambia. No te quedes quieto pq el tiempo se acaba.

Yo intento empujarte desde aquí, pero tú tienes que tomar tu propia mano y avanzar hacia lo que quieres. Está ahí esperando a que te decidas.

viernes, 11 de septiembre de 2009

¿A qué esperas para ser tu amigo?

Imagina que en una mesa delante de ti, hay una enorme suma de dinero. Puede ser tuya siempre y cuando seas capaz de hacer una sola cosa: lograr que tu mente actúe a favor de tu mejor interés.

¿Podrías llevarte ese dinero? ¿O tendrías que limitarte a soñar con él?

Tal vez estés tentad@ a pensar que se trata de algo fácil, pero te aseguro que el 95% de las personas no serían capaz de hacerlo.

De hecho de esto trata la inversión en la Bolsa, de actuar de forma sistemática a favor de tu mejor interés. ¿Sencillo? Sí. ¿Fácil? No.

El factor determinante en el éxito que puedas tener como inversor está en aprender a manejar tu cabeza y a hacer lo que es mejor para ti... pero resulta que esto nos cuesta mucho a los humanos, sobretodo a aquellos que aun no tienen claras algunas cosas y necesitan reafirmar su identidad.

¿Te pongo un ejemplo? Tienes un sistema de inversión que te está diciendo que tienes que comprar determinado subyacente y tú vas y lo compras; el precio, contra todo pronóstico, se gira en tu contra y cinco minutos más tarde tu sistema te indica que tienes que deshacerte de tus posiciones aceptando una pérdida. Pregunta ¿qué harás? ¿Aceptarás lo que dice el sistema y pagarás al mercado lo que te reclama? ¿Te aferrarás a tu análisis original que te indicaba que era una buena idea entrar en ese momento al mercado?

La mayoría de las personas que se acercan al mundo de la Bolsa lo hacen con la intención de ganar dinero, pero son pocas las que lo consiguen de una forma regular y constante. ¿Por qué? Por qué no son capaces de actuar a favor de su mejor interés y cuando se equivocan, en vez de reconocer lo que la realidad les está indicando se aferran a defender una idea que ya no tiene sentido.

¿Por qué motivo tantas personas actúan de esta manera? Podría ser que para ellas estuviera en juego algo más que dinero y que al aceptar la pérdida perdieran valor ante sus ojos. No quieren equivocarse así que prefieren que el mercado las arrolle a aceptar que su decisión inicial resultó ser equivocada.

Es como si equiparasen el equivocarse, a perder valor.

Así, una de las claves para tener éxito como inversor es la capacidad de maniobrar tu cabeza en un entorno en el que siempre, SIEMPRE, estás sometido a la incertidumbre sobre el futuro inmediato. Nunca dispondrás de una certeza absoluta sobre qué va a pasar y tu información en todo momento será imperfecta, y a pesar de ello, tu éxito dependerá de ser capaz de tomar decisiones precisas, y si resultan ser equivocadas soltarlas lo antes posible.

No vas a poder hacer eso si estás empeñado en demostrarle al mundo lo listo que eres. Si tienes miedo de equivocarte porqué has asociado en tu mente que eso significa una pérdida de valor personal, entonces estás perdido. Necesitas trabajar sobre esa equivalencia compleja antes de poder ganar. No hay otra opción.

Actuar a favor de tu mejor interés significa reconocer lo que es en este momento y bailar con ello. No pretender que las cosas son distintas a como son, sino reconocerlas como son y actuar en función de eso.

Si tomas en tu mano un hierro al rojo vivo lo soltarás inmediatamente pq tu cuerpo actuará por ti. No dejará que tu mente se plantee cual es la opción más adecuada. Cuando tomas una decisión que resulta equivocada tienes que aprender a soltarla inmediatamente sin que eso signifique nada sobre tu identidad. Tu valor no depende de nada, lo tienes por el mero hecho de existir. Es absolutamente innecesario que te esfuerces en demostrarte a ti mismo o al resto del mundo que tienes valor, ya lo tienes. No es necesario que hagas nada, ni que consigas nada, ni que te conviertas en nada.

No puedes ganar en la Bolsa si no eres capaz de ser tu mejor amigo, si te saboteas, si luchas en contra de tu mejor interés... pero tampoco puedes ganar en ninguna otra área de la vida, ni en tus relaciones personales, ni en tu trabajo, ni en tu salud,...

En una mesa delante de ti, hay una enorme suma de felicidad. Puede ser tuya siempre y cuando seas capaz de hacer una sola cosa: lograr que tu mente actúe a favor de tu mejor interés. ¿A qué esperas para ser tu amigo?