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miércoles, 10 de septiembre de 2008

La ética del inversor

Solo es una metáfora, pero el mito del Eterno Retorno me ha inspirado durante mucho tiempo: Imagina que estás condenado a repetir tu vida una y otra vez, y que, hagas lo que hagas, vas a repetir eso para siempre... ¿Harías lo mismo que estás haciendo si supieras que tendrías que seguir con ello una vez y otra, y otra hasta el infinito? Seguramente Federich Nietzsche no tenía el mundo de la inversión en la mente cuando propuso eso, pero a mi me inspira.

Tengo muy claro quien me mira desde el otro lado del espejo y se qué es lo que quiero para él. Al final, el que vive en ti eres tú. Te acuestas y te levantas contigo. Los demás puede que estén y puede que no, pero tú seguro que seguirás ahí, así que las decisiones que tomes más vale que estén alineadas con tus valores.

La pregunta para mi no es si invertir es moral, sino más bien qué tipo de inversiones puedo hacer yo que apoyen el tipo de mundo en el que quiero vivir.

La construcción es un motor de la economía y cuando va bien todo el mundo se apunta a su carro, pero cuando va mal se le atribuyen toda suerte de fatalidades y vilezas.

Cuando un inversor compra un piso y lo pone a alquilar permite que una familia que no tiene capacidad de endeudamiento acceda a una vivienda. Cuando invierte en un edificio de oficinas, facilita que se desarrolle actividad empresarial y eso favorece la creación de empleo. Cuando invierte en un negocio, cuando monta una franquicia, cuando patenta una idea, genera trabajo y favorece la economía.

Si, la mayoría de las veces lo hace con una finalidad lucrativa, pero es que es él quien se juega su dinero y asume la responsabilidad de los pagos. Es muy fácil mirar desde la barrera y criticar. Quiero un trabajo seguro, de por vida, que no me lo puedan quitar, que mi sueldo no dependa de la calidad de lo que hago, ni del valor que aporte... luego, encerrado en mi jaula de corneja miro a las águilas y las critico.

Me fastidia que alguien que se ha pasado la vida comprando televisiones de plasma, haciendo viajes de placer, montando fiestas y cenas en restaurantes, y yendo a esquiar cada temporada, me venga con la canción de que la economía va mal por culpa de los especuladores y que alguien tiene que echarle una mano para salvarle de manera que pueda seguir con su estilo de vida derrochador.

La economía es cíclica y algunos ciclos son expansivos y otros no. Cuando son expansivos se trata de gastar todo lo que se pueda y de pasarlo bien sin repara en gastos, sin ahorrar, sin prever,... igual que la cigarra. Luego, cuando el ciclo cambia se trata de ir a llorar a mamá Estado para que nos eche un cable.

La persona que arriesga su capital y que asume que puede perderlo, lo hará con la esperanza de poder rentabilizar su inversión. No se conforma con migajas y sale a por lo que quiere. Si, muchas veces se queda en el camino. A veces arrastra a su familia con él, y eso es muy penoso, pero no hay manera de conseguirlo sin pagar el precio.

Estoy trabajando con una familia que apostó por montar un negocio. Les salió mal y ahora la deuda contraída les está ahogando. Es muy triste ver a alguien que a los 60 años se plantea trabajar de guardia de seguridad después de haber estado en una multinacional 27 años desempeñando un cargo de responsabilidad. Pero así es el mundo de la inversión. No puedes obtener una rentabilidad superior con un riesgo inferior y la única forma de ganar el juego es estar dentro.

Los inversores arriesgan y con sus maniobras generan puestos de trabajo, y no, no todos son así, otros, afectan el precio de las materias primas y nos fastidian a todos. Pero tus quejas no harán que eso deje de ser así.

Vives en una sociedad capitalista. Tienes que conocer sus reglas. Si no te gustan puedes seguir llorando, pero no vas a cambiar nada por ese camino. Tb puedes aprender qué opciones están a tu alcance y utilizarlas a tu favor.

Tienes tantas opciones que no tiene mucho sentido crearse un problema moral. Elige aquello que te va a hacer sentir bien, que sea ético y esté acorde con tus valores. Tienes que poder dormir cada día. Céntrate en crear puestos de trabajo, apuesta por facilitar la vida a tus semejantes, pon a su disposición viviendas, ideas, experiencias,... con ello, como inversor, harás del mundo un lugar mejor.