jueves, 11 de agosto de 2011

Niño, estas cosas no son para ti...


Ayer me escribieron y me contaron una anécdota que me pareció deliciosa e interesante. El email decía así:

Hola Vicens,

Me llamo Diego M., soy de Valencia, y a los 16 años acudí por primera vez a una entidad financiera.

Me acuerdo perfectamente. Entré a dicha entidad y caminé decididamente hasta la mesa del fondo, donde vi que uno de los empleados estaba libre en la mesa.

Me percaté inmediatamente de que todos los ojos que había me perseguían, y no era difícil adivinar que pensaban aquellas personas: ¿Dónde va ese niño? ¿quién es? ¿que querrá preguntar?.... También influía mucho que a mis 16 años era bastante más bajito que la media de mi edad.

Cuando llegué a la mesa pedí permiso para sentarme, y expliqué que estaba buscando información para poder comprar y vender valores negociados en Bolsa, y que basicamente lo que quería era que me informase de los costes de las transcciones.

El empleado se quedó asombrado al ver que un pequeñajo, que apenas tocaba con los pies al suelo desde la silla, le preguntaba sobre Bolsa, y más aún utilizando algunos términos que seguramente él con su dilatada experiencia no habría oído nunca. No es de extrañar tal sorpresa, porque ya sabemos la cultura financiera que tiene nuestro país, más aún si estamos hablando del año 1994.

¿Que respondió el empleado del banco? "... Niño, estas cosas no son para tí, son para gente mayor. Lo mejor es que te vayas a casa y olvides eso de la Bolsa ..."

La respuesta del empleado de banca me indignó mucho, dado que en ese momento no quería ser tratado como un niño sino como un cliente más.

Lo más curioso de todo fue que a las dos semanas se jugó el Torneo de Ajedrez de la Ciudad, con la casualidad de que me tocó en primera ronda contra el empleado del banco.

Por esas fechas estaba estudiando la apertura "Orangután", "b4 con blancas", mi preferida desde siempre, y a los 30-40 minutos de partida hice Jaque-Mate.

Ahora tengo 32 años, y me veo reflejado en tí en muchas cosas.

Simplemente quería compartirlo contigo, al mismo tiempo de agradecerte que compartas tus experiencias y reflexiones.

Un saludo,

Diego.

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Me disfruté mucho imaginando la cara del empleado al ver que se enfrentaba al "pequeñajo de la Bolsa", la sonrisa de autosuficiencia al ver que abría con la Polaca en b4, el asombro al caer en las primeras celadas, el terror al comprender que ese chico, aun a su corta edad, sabía cosas que él no sabía, y al final la cara de desconcierto y frustración con el Jaque-Mate.

La experiencia de Diego muestra una vez más el menosprecio con el que somos tratados solamente por querer salir de la manada, la falta de cultura financiera en general y la falta de respeto por aquellos que piensa de forma distinta, y también enseña que no debemos menostener a los que aparentemente son más débiles o más jóvenes o más inexpertos: las apariencias engañan.

Gracias Diego por compartir esta anécdota y por permitir que la publique en el blog,

vC

8 comentarios:

Alex dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alex dijo...

me ha gustado mucho esta anecdota! Esas frases que te plantan en la cara como si fuera una pared de ladrillos... Como la de, "Niño, si fuera tan fácil conseguir dinero con eso que me cuentas...todo el mundo seria rico""Seguro que es una estafa,ayyy, que te falta experiencia en la vida..." y eso que solo estabas proponiendo una cosa tan simple como invertir a interes compuesto en una cuenta de un banco relativamente nuevo con un buen interes de color naranja...

Alex García dijo...

Eso pasa en otros ámbitos. Cuando entro en una tienda de muebles para la casa dónde vivo con mi mujer, al vernos jóvenes, me decía: "Y estos de aquí son los más baratos que tenemos". Bueno? Perdona, yo acaso te he dicho que quiero los más baratos? Cogeré los que yo crea conveniente sean baratos o caros, o blancos o amarillos...

Espai Psicologic dijo...

Leyendo el post, me he acordado cuando empecé a mirar pisos con 20 años recién cumplidos( han pasado unos cuantos ya) y mujer, en las inmobiliarias donde entraba me miraban de abajo arriba como diciendo donde va está queriendo comprar un piso, si esto es cosa de hombres y de parejas, ni mucho para mocosas con 20 años, en fin.

Espai Psicologic dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alejandro Darias Mateos dijo...

Qué casualidad, ayer jugué un torneo de ajedrez y me hicieron La Apertura Orangután o Apertura Sokolski (la que está en el diagrama 1.b4!?). Tiene fama de ser un poco dudosa para el blanco, pero si el rival no se la toma en serio, puede perder fácilmente. Ah, perdí la partida, je je.

Por otra parte, gran reflexión, como siempre, Vicens.

Raúl dijo...

Diego, soy Raul, también de Valencia y también jugador de ajedrez e inversor en bolsa.
Si sigues jugando al ajedrez podríamos contactar e intercambiar impresiones pues la verdad es que no tengo contacto con nadie que invierta en bolsa y creo que puede ser positivo.
Si juegas al ajedrez en activo todavía seguramente sabrás quien soy (pues no somos tantos)
Raul Gimenez (Presidente del Club de Ajedrez de Montserrat)
Ojalá podamos contactar. Mi mail es joragisa@gmail.com
Seguramente si supiera tu apellido también te identificaría.
Saludos
Por cierto veo que hay varios jugadores de ajedrez que también les gusta el mundo de la bolsa (será casualidad??)

Ana Belén Bretón dijo...

Esta situación y muchas más, se suelen dar constantemente cuando se prejuzga a las personas.

Obviando el tema de la educación financiera, es la lectura que tambien saco de esta anécdota.