Siempre he sido muy escrupuloso con este tema: si asumo un compromiso sobre algo es porqué voy a cumplir con ello o voy a morir intentándolo. En caso contrario no lo asumo.
¿Para qué comprometerse a nada si uno no está dispuesto a poner la acción donde pone las palabras?
Creo que es una práctica nefasta como mínimo en dos sentidos: por un lado genera desorden en el entorno y en las relaciones con los demás, y por otro lado mina el propio autoconcepto. Si te comprometes a hacer algo que no harás, estás creando un desequilibrio innecesario, y esta es la parte curiosa,... es innecesario, no hay necesidad,... pudiera parecer que sí, pero no la hay. Si no vas a hacer algo no pongas tu palabra en entredicho. Por otro lado, el efecto que tiene sobre ti mismo, fallar tus compromisos es nefasto. ¿Qué credibilidad tienes ante tus propios ojos si incumples tus compromisos?...
Si, la vida es incierta, y podemos ser golpeados en cualquier momento por un cisne negro. Es así, vivimos en un entorno al que no podemos controlar. Quizás podamos tener la ilusión de control, pero el caso es que el entorno puede escapar en cualquier momento a nuestro intento de dominio... Y claro, eso explica el incumplimiento de algunos acuerdos. Estoy de acuerdo y no hago de ello un problema... pero tampoco me refiero a ese tipo de acuerdos, de hecho estoy pensando en aquellos que uno podría asumir de forma gratuita, sin reflexión, llevado por su entusiasmo o quizás por el deseo de ser apreciado por su entorno.
Haz lo que quieras con tu vida, esa es tu responsabilidad, pero si estás incumpliendo acuerdos no sospechas ni de lejos lo que pasaría con tus resultados en caso de cumplir con ellos. Si te limitas a asumir aquel pequeño grupo de acuerdos que vas a cumplir, recuperas rápidamente tu centro, te sentirás mucho mejor contigo mismo, mejorará tu relación con los demás y ganarás en autoconfianza y seguridad.
vC