Ella es Mónica Mendoza y siendo la primera vez que nos veíamos contactamos rápidamente pq nuestra escala de valores está muy alineada y tenemos un pasado en común en el mundo del freelance.
Charlamos de muchas cosas interesantes, y en un momento dado, llegamos al tema de plantearnos ¿qué es lo que tiene que pasar para que, una persona que tiene el entorno en su contra, consiga salir adelante y lograr el éxito (cómo sea que uno defina el éxito)?...
Desde mi punto de vista estas personas, en algún momento de sus vidas, han pasado por cierto tipo de experiencias que ha cambiado sus creencias sobre lo que ellas podían conseguir.
Mientras no creían que estaba en su mano algo mejor, mientras vivían ciegas a las posibilidades que existían a su alrededor, no podían actuar de forma decidida en materializar dichas opciones y así, sus resultados, se limitaban a ser mediocres.
Alguien que está atrapado por las exigencias de su entorno inmediato, por las necesidades apremiantes de sobrevivir, o de llegar a fin de mes, difícilmente consigue ver las puertas que le permitirían salir de esa jaula. Es como si la inmediatez de escapar de sus miedos la impidiera acabar con ellos de una vez por todas.
Una suerte de ceguera cognitiva que hace que la atención de esas personas quede totalmente centrada en lo que no quieren, en lo que les causa dolor, y no sean capaces, o no se atrevan, o no puedan llegar a creer que es posible salir de esos escenarios, que existen otras posibilidades para ellas.
Hablamos con Mónica de las personas que han vivido en un entorno miserable, empobrecido, degradante,... y que se han empapado tanto de cierto tipo de experiencias deprimentes que han bloqueado severamente su capacidad para tan si quiera imaginar que otra vida es posible para ellas.
Y a pesar de todo, dentro de esos núcleos de pobreza, se han dado casos ejemplares de personas que han volado, que han sido capaces de lograr lo que para la mayoría no llega siquiera a ser un sueño.
¿A qué se debe que esa pequeña minoría haya sido capaz de cambiar sus resultados a pesar de la terrible resistencia que les ofrecía el entorno?
Creo que en cierto momento estas personas han cambiado sus creencias sobre lo que era posible para ellas. Quizás por cierto conjunto de experiencias, por haber vivido algo extraordinario, o por haber conocido a alguna persona que les ha apoyado desde fuera de su círculo... el caso es que el cambio de creencias necesariamente está en la base que posibilita la fuga.
Hacemos y logramos en función de lo que creemos que somos capaces, y si en nuestro interior no albergamos siquiera la idea de que algo distinto es posible para nosotros, entonces estamos en lo cierto y nos condenamos a seguir repitiendo los mismos pésimos resultados una y otra vez.
Pero cuando, por el motivo que sea, conseguimos cuestionar primero, y cambiar después estas creencias, cuando somos capaces de poner en tela de juicio el determinismo de nuestros orígenes, en ese momento hemos plantado la semilla del cambio y podemos hacer brotar un árbol que de un fruto completamente distinto.
No suele ser habitual y la mayoría de personas no conseguirá jamás salir de dichos entornos opresivos. La resistencia es muy grande. Pero una pequeña minoría aprenderá a ver la salida de la jaula,... primer dándose cuenta de que está aprisionada, segundo cambiando las ideas que tenía sobre la imposibilidad de conseguir una realidad diferente, y luego actuando con mucha energía, con mucha pasión, con ganas, con empeño, con tenacidad, de una forma constante, muchas veces agotadora, y siempre exigente,... pero para conseguir finalmente salir de ahí.
Mientras estás ciego a la posibilidad de que está en tu mano conseguir otros resultados, te estás condenando a repetir tus resultados.
Por estos motivos creo que el cambio se origina primero en tu cabeza y luego en el mundo.
vC
3 comentarios:
Hace tiempo leí que hay una predisposición innata para cuestionarse la vida, para querer profundizar en ti (que es lo mismo que querer conocer nuestros miedos o nuestros autofrenos), como si algunas personas tuvieran más desarrollada la parcela de inteligencia necesaria para avanzar con determinación en su propio progreso, independientemente de las circusntancias que les rodean.
Desde luego, hay que ser valientes y pensar por uno mismo, edificar tus propias creencias, no las heredadas por el ambiente en el que nos desarrollamos o por la psicogenealogía, y que llegamos a creer que son las únicas con las que podemos pasar toda nuestra vida.
Por otra parte, me he encantado la definición que has hecho de Mónica Mendoza:
"Una de esas personas que sabes que tiene dentro el fuego de la pasión por ayudar, por compartir, por enriquecer, por avanzar..."
Así me siento yo y me encanta cuando, como tú, me encuentro con personas tan impulsoras; cada vez hay más, aunque hay muchísimas aún que siguen cansándose de sus propias quejas (como para no cansar a los demás...:-). Hace poco escribí en mi blog:
"Cuando quejarte de todo temina por agotarte, sólo te quda un camino: prosperar".
Estoy de vacaciones en mi blog y me explayo en éste; no es lo mismo preparar la comida que picar donde te apetezca :-))
Lo has expuesto de una forma exquisita, estoy totalmente de acuerdo y puedo dar fe de que así es :).
Me gusta mucho tu blog y también los comentarios, siempre positivos, y notas de Mónica Mendoza. Podemos cambiar nuestras creencias, podemos mejorar, ello es posible. Mi trabajo se siente bien pagado cuando leo post como el que has escrito. Un mundo mejor es posible. Las personas tenemos la capacidad de poder esforzarnos y ser capaces de trabajar, tanto individualmente como en equipo. En base a lo anterior me dedico desde hace algunos años a la mejora contínua y si lo deseas puedes visitar mi web: http://www.alsutecnic.com
o http://wwww.albertpetit.com
-Muchísimas gracias por tu post -
Publicar un comentario