miércoles, 25 de agosto de 2010

Impecable con tus compromisos

Algunas personas, quizás con el ánimo de quedar bien con los demás, quizás por sobreestimar su capacidad de trabajo, asumen compromisos más allá de lo que pueden cumplir... y claro, luego los incumplen sistemáticamente.

Siempre he sido muy escrupuloso con este tema: si asumo un compromiso sobre algo es porqué voy a cumplir con ello o voy a morir intentándolo. En caso contrario no lo asumo.

¿Para qué comprometerse a nada si uno no está dispuesto a poner la acción donde pone las palabras?

Creo que es una práctica nefasta como mínimo en dos sentidos: por un lado genera desorden en el entorno y en las relaciones con los demás, y por otro lado mina el propio autoconcepto. Si te comprometes a hacer algo que no harás, estás creando un desequilibrio innecesario, y esta es la parte curiosa,... es innecesario, no hay necesidad,... pudiera parecer que sí, pero no la hay. Si no vas a hacer algo no pongas tu palabra en entredicho. Por otro lado, el efecto que tiene sobre ti mismo, fallar tus compromisos es nefasto. ¿Qué credibilidad tienes ante tus propios ojos si incumples tus compromisos?...

Si, la vida es incierta, y podemos ser golpeados en cualquier momento por un cisne negro. Es así, vivimos en un entorno al que no podemos controlar. Quizás podamos tener la ilusión de control, pero el caso es que el entorno puede escapar en cualquier momento a nuestro intento de dominio... Y claro, eso explica el incumplimiento de algunos acuerdos. Estoy de acuerdo y no hago de ello un problema... pero tampoco me refiero a ese tipo de acuerdos, de hecho estoy pensando en aquellos que uno podría asumir de forma gratuita, sin reflexión, llevado por su entusiasmo o quizás por el deseo de ser apreciado por su entorno.

Haz lo que quieras con tu vida, esa es tu responsabilidad, pero si estás incumpliendo acuerdos no sospechas ni de lejos lo que pasaría con tus resultados en caso de cumplir con ellos. Si te limitas a asumir aquel pequeño grupo de acuerdos que vas a cumplir, recuperas rápidamente tu centro, te sentirás mucho mejor contigo mismo, mejorará tu relación con los demás y ganarás en autoconfianza y seguridad.

vC

11 comentarios:

oscarin dijo...

Hola, sigo con mucho interés tus aportes y este me viene ahora mismo que ni pintado.

Mónica A.G. dijo...

Qué bien te expresas y qué razón tienes Vicens! Por lo menos, eso es lo que yo pienso :)
My opinión es que no sirve de nada prometer algo sin tener la seguridad de que vamos a cumplirlo. Pueden surgir imprevistos que hagan cambiar nuestros planes pero en caso de duda es mejor decirlo y punto. Prometer cosas para quedar bien posiblemente sirva únicamente para quedar más mal que bien si al final no cumplimos con lo acordado.

Oscar Prieto dijo...

Vicens, estoy de acuerdo contigo, pero una pregunta....

¿Cual son los ejemplos que nos dan los "lideres" de opinión de nuestra sociedad al respecto??.....

Los políticos.... Ya NADIE cree lo que dicen, incluso parece que entre ellos compiten a ver quien es capaz de prometer la barbaridad mas barbara (como diria Miliki), y los corderitos de los ciudadanos.... NO HACEMOS NADA.

Las Religiones... Como diría mi abuela... "A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO", el nivel entre lo que predican y lo que hacen..... se parece lo que un huevo a una castaña.

Los Futbolistas de elite.... amo el escudo de la camiseta que llevo..... hasta que venga el equipo contrario y me page mejor....

Y luego nos extrañamos de la escala de valores de nuestra sociedad u y lo dificil que lo tenemos para enseñar a nuestros hijos modelos con los que nos sintamos comodos.

Óscar P

Vicens Castellano dijo...

¿Os podéis imaginar la diferencia que marcaría un político que cumpliese sus compromisos? Ahora mismo la mayoría de mensajes son puro teatro de marionetas, nadie se cree lo que prometen, y el incumplimiento es la norma... pero ¿imagináis un político que haga lo que dice que hará? ¡Que congruencia, que fuerza, que diferencia!

Oscar Prieto dijo...

Cuando las ranas crien pelo Vicens... cuando crien pelo....

Carmen Viejo dijo...

Ostras, claro qué creer a los políticos es complicado, pero no menos que algún conocido. Esta sociedad es bastante de compra-venta.

No los estoy defendiendo, se merecen mucho tipo de juicios como el anterior...y coincido con lo de educar a los hijos, ir contra corriente es un heroicismo, sobre todo por las infinitud de proyecciones negativas que recibes...

Más puedo mirar el nivel de compromiso de algunos, especialmente de alguna mujer, igual influye mi sexo en esta elección ;-)

Veo sacrificios (sobre todo familiares), admiro su templanza y firmeza, su flexibilidad en ocasiones.

¿Esperanzas? uf...uf...

Me gusta mirar en equilibrios ¡¡¡

Anónimo dijo...

Hola Vicens,

Entiendo perfectamente lo que has escrito pero cuando tu jefe no quiere o no entiende que no puedes hacerlo y siempre quiere que digas sí ¿Cómo hacerle entender que no vas a llegar al compromiso que te pide?. A veces resulta difícil hacer entender a la gente que te plantea compromisos que simplemente -no puedes-. Y lo que es más importante: en ocasiones ni yo mismo quiero decir que no porque es más complicado a priori que decir sí.

Isabel Blanco dijo...

Vicens me ha gustado mucho el último párrafo. Finalmente es un beneficio personal, el asumir los compromisos, te van conformando y eso beneficia a los de tu alrededor. Seríamos un ejemplo gráfico para nuestros hijos, pues ellos no "escuchan" tanto como imitan.Sabemos que uno sólo no puede cambiar el mundo entero, pero posiblemente podemos ir asumiendo compromisos que nos harán mejores personas y eso tiene su efecto.

Mónica A.G. dijo...

Bien dicho Kiki, estoy de acuerdo :-)

Mónica A.G. dijo...

Pues sí Vicens, sería todo un acontecimiento que los políticos cumplieran todo lo que prometen y si alguno lo demostrara no tendría rival

lare dijo...

y qué significado podríamos interpretar cuando se interponen emociones que dificultan el cumplir el objetivo...? el dolor de la lucidez, el descubrir las contradicciones, pues eso, que no es nada fácil...