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viernes, 3 de octubre de 2008

Baila

Hace tres años estuve estudiando con Bill Willams, un trader americano afincado en San Diego, California. Es una persona mayor que lleva muchos años viviendo del trading y que las ha visto de todos los colores.

Utiliza un sistema de trading basado en fractales y en la teoría del caos y me encantó ver la forma tan redonda que tiene de interpretar lo que hace el mercado y cómo saca provecho de eso.

Algunos traders con los que he estudiado utilizan técnicas muy potentes para entrar y salir del mercado. Bill Williams utiliza un sistema filosófico completo, nada de técnicas aisladas, nada de osciladores innecesarios, nada de parches: ¿cómo funcionan las personas que están detrás de los movimientos del precio que representamos en un gráfico? ¿qué patrones dejan? ¿qué huellas podemos encontrar? ¿cómo aprovechamos sus debilidades?

Fueron unos días muy provechosos frente al océano Pacífico, en un resort precioso, aislado de todo lo que no fuese relax y trading.

Una de las cosas que más me gustaron fue el concepto de bailar.

Bill decía que había dos formas de posicionarse en la vida: la de las personas que la ven como una carrera y la de las que la ven como un baile.

Los primeros supeditan su felicidad a conseguir cosas: cuando haya conseguido un aumento de sueldo seré feliz, cuando me case seré feliz, cuando mi hijo termine los estudios seré feliz, cuando lleguen las vacaciones seré feliz, cuando tenga dinero seré feliz... Es decir, viven como en una carrera en la que, lo importante, es llegar a la meta.

Los segundos, donde se posicionaba él, viven la vida como un baile. La finalidad es el baile en si mismo: eres feliz ahora con lo que tienes, con lo que vives, con lo que te enfrentas, con lo que haces, con lo que eres. Tu satisfacción no depende de ningún resultado final, de ningún cambio, ni de conseguir algo, depende de la elección que haces en éste momento, de la decisión que tomas de ser feliz, sin más.

Me gustó mucho la filosofía que proponía pq durante mucho tiempo había estado persiguiendo objetivos como si alcanzarlos fuese requisito necesario para ser feliz, y no es verdad que uno necesite lograr nada para ser todo lo feliz que pueda ser. El estado anímico, el como te sientes, es una elección que puedes tomar ahora. No tienes que supeditarla a ningún resultado, no es necesario cambiar nada, todo está bien como es ahora.

Me fui de California con muchas ideas en la cabeza, muchas herramientas de trading, la visión de algunas de las puestas de sol más preciosas que he visto jamás, y esta idea: baila.