miércoles, 24 de marzo de 2010

Daño psicológico


Varias personas viven una misma situación desagradable, les despiden de la noche al a mañana, o les insultan, les agreden o les faltan al respeto... y con el paso del tiempo sus heridas físicas se curan a una velocidad parecida. No obstante, las heridas psicológicas toman distintos caminos.

En algunas de estas personas la situación dejará huellas que arrastrarán durante años. ¿Por qué? ¿A qué se debe que distintas personas vivan la misma situación con distintos resultados?

La situación es igual para todos, así que se trata de una constante objetiva,... ahora bien, la percepción de esa situación es individual ya que los humanos percibimos a través de nosotros mismos. Luego no es el hecho el que ejerce el efecto pernicioso, sino nuestra forma única de percibir.

La pregunta que me hago es ¿cómo están percibiendo las personas que son capaces de vivir sin daño psicológico sobre sus espaldas, o con una carga menor?... y ¿qué están haciendo los demás para hacerse sufrir de esta manera?

Es un tema que me resulta fascinante.

Cuando hablo con una persona que vive con el recuerdo de algo terrible y que, en consecuencia, se está haciendo sufrir una y otra vez por algo que ya no existe, no puedo dejar de asombrarme. Entiendo el valor adaptativo que puede tener el que nos llevemos la experiencia y la lección que hay en cualquier acontecimiento que hemos vivido, ahora bien, una cosa es que dicha vivencia nos enseñe una lección, y otra muy distinta es que nos obliguemos a revivir algo muerto una vez y otra y otra,... en una especie de bucle sin fin, del que no salimos reforzados sino más bien mermados y resentidos.

Por otro lado, podemos hacer cierta observación interesante: resulta imposible estar presente en el aquí y ahora, y estar sufriendo daño psicológico. Simplemente no nos es posible, así que, para poder hacernos daño a nosotros mismos, tenemos que "viajar en el tiempo" y regresar a un momento pasado, quedarnos ahí, revivirlo... Per atención: revivir, significa que estás trayendo a la vida algo que no vivía... Vives algo que ya has vivido... Vives ahora, algo que viviste en el pasado... ¿por qué ibas a querer hacer algo así?

Oh Vicens, es que no quiero. No se trata de que quiera, es sencillamente que mi cabeza funciona así: ella me hace tener presente ese agravio, esa humillación...

Ya, bueno, quizás eso es lo que crees... Yo lo veo de forma distinta. No estoy tan seguro de que tu mente haga cosas sin tu participación... o al menos sin que tú puedas participar. Me doy cuenta de que, si observas cómo funciona tu mente, resulta que estás siguiendo un conjunto muy específico de pautas, subconscientes si quieres, que te llevan al mismo resultado final.

Traes a tu mente una imagen, por ejemplo, pero no una imagen cualquiera, sino una que te aterroriza, que te asusta,... y esta imagen tiene una cierta forma, unos ciertos colores, un cierto tamaño y una cierta posición espacial (la ves delante tuyo, o a un lado, grande o pequeña...),... y quizás podrías cambiar esa imagen que estás recreando, quizás podrías cambiarle la iluminación, el tamaño, la distancia, el marco, la inclinación, la transparencia... al fin y al cabo se trata de tu mente.

Y tb puede ser que escuches cierto discurso, ciertas palabras, ciertos tonos... pero tb es verdad que podrías acelerar la dicción de lo que te pasas en la radio de tu mente, y que podrías alentecerlo, distorsionarlo, cambiarle el timbre, ensordecerlo,... Es tu mente la que lo está reconstruyendo, ¿pq no hacerlo de manera más divertida?

Hay muchas cosas por aprender sobre nosotros mismos. Algunas pueden tener un impacto muy grande en aquello que estamos consiguiendo y en nuestra experiencia vital.

El daño psicológico es tu responsabilidad. Lo que aconteció no puede vivir si tu no le das permiso... Quizás ha llegado la hora de que te permitas librarte de algunas cargas innecesarias.

2 comentarios:

Senderismo Online dijo...

¿Cómo están percibiendo las personas que son capaces de vivir sin o apenas daño psicológico?

Pienso que la clave está en las expectativas que nos creamos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, del nivel de tolerancia y de la importancia que se le da al acto pernicioso, es decir, tendrá la importancia que yo quiera darle y si le quiero dar la importancia de montaña, la tendrá y se me hará un mundo.

Lo ideal sería solo empaparse de la parte positiva de la experiencia y la negativa dejarla pasar sin más. No permitir traernos el acto pernicioso al presente reviviéndolo una y otra vez, el daño sería enorme tanto a la propia persona como al entorno porque en esa situación nunca estaríamos ni podríamos dar el 100% de nosotros mismos. El posicionamiento inicial referente a las expectativas del mundo debe ser bajo y todo lo que nos encontremos por encima de este nivel es bienvenido y aprovechable. Procurar dar el 100% de uno mismo. El nivel de tolerancia debe ser alto aunque no total.

Qué hacen los demás para hacerse sufrir de esta manera?

Creo que hay gente que no sabe vivir sin ese sufrimiento, sin revivir esa mala experiencia, es como una adicción, la han convertido en algo imprescindible, no saben vivir sin ella. También, se encierran en la idea de exigir una compensación que nunca llegará por parte de la otra persona o por si mismos si la mala experiencia ha sido provocada, por ejemplo, por un error que hayan cometido. Se castigan una y otra vez, esperan y desesperan, lo pagan con los demás, es muy masoquista. Yo creo que realmente no quieren pero son "adictos" a si mismos, no se saben imaginar de otra manera, a veces ni se lo plantean. El vacío que hay entre dejar de ser quien eres y cambiar a una nueva persona es totalmente desconcertante, inquietante e inconcebible para ellos, es más, creo que personas así necesitarían de la ayuda de un profesional para hacerlo ya que en el proceso de cambio pueden dejar de hacer pie y perderse, desorientarse en su identidad, no sé si me explico.

En este sentido, creo que el cambio debe basarse en asumir la responsabilidad de la propia vida y del efecto que ejerce sobre el entorno, entender la naturaleza humana en este aspecto y en cambiar las exigencias hacia el mundo y hacia nosotros mismos.

Pedro dijo...

Creo que muchas veces inconscientemente obramos para tener razón antes que para obtener resultados. Si nos hemos hecho en nuestra mente una imagen de que somos victimas, realizaremos los actos que estén en sintonía con ser victimas.
Si mi padre no me trató como yo hubiera querido y no lo puedo cambiar, puedo vivir abriéndome constantemente la herida para volvérmela a medio curar, dándome el cariño que no recibí, y así una y otra vez, o puedo pensar que soy mi mejor amigo, mi mejor socio y que con las carencias que tengo, voy a tratar de hacerlo lo mejor posible. Es mi vida y voy a tratar de vivir lo mejor posible, ser lo mas feliz posible.
Imagínate que vuelves a ser un niño y que vas a echar una carrera en el cole. Si sabes que no eres el más rápido, puedes optar por no intentarlo, por no correr, o puedes optar por tratar de correr lo más deprisa posible, y disfrutar de lo bien que corres, de lo que has mejorado, … de lo que quieras. Porque al fin y al cabo, no compites contra los demás, sino que compites cariñosamente contigo para hacerlo lo mejor posible.
Y estoy con Eva en que a veces hay que pedir ayuda porque nosotros no sabemos ver el camino que nos saque del laberinto, aunque exista. Si otros viven fuera del laberinto, es que se puede salir