martes, 6 de marzo de 2012

Ser un lastre para ti mismo

Si te pregunto quién eres ¿qué contestas? Muchas personas dicen el nombre, luego van a la memoria de lo que han hecho y dicen cosas como su género, su edad, donde viven, en qué trabajan... si sigo preguntando qué eres más allá de todo eso ¿qué respondes?

Tengo conciencia de ser, se que soy, tengo seidad, pero si me preguntas qué es eso que se reconoce siendo... ahí me pillas sin respuesta.

Para hablar de mí mismo tengo que acceder a mi pasado, a mi memoria, a mi historia personal... sin mi pasado ¿qué queda en mi?

Detecto una cierta tendencia generalizada a identificarse con la mente. Uno cree ser esa parte que piensa, esa parte que razona, que deduce, que analiza... pero ¿somos eso?

¿Es la mente quién regula nuestros procesos metabólicos, digestivos, respiratorios, nuestras funciones vitales, la temperatura de nuestro cuerpo, el ph de nuestra sangre, el crecimiento celular, las conexiones sinápticas...? Sin duda tenemos en la mente una herramienta muy potente, hábil en la realización de ciertos procesos, y muy torpe en otros.

Creo que interferimos en nuestras vidas justamente por confiar demasiado en esta función analítica de la mente. Algo así como que ella puede hacerlo todo o casi todo...

Quiero que veas el siguiente vídeo:



¿Quién atrapó la pelota? El niño, claro... pero ¿conscientemente? ¿Crees que el niño tuvo tiempo de pensar o que actuó automáticamente? En ese caso... ¿qué es eso que actúa en él? ¿El condicionamiento?, ¿El hábito tal vez?... ¿Está su mente consciente en la acción?

Hay muchos ejemplos de resultados extraordinarios en los que la mente, en el sentido de esa parte pensante con la que solemos identificarnos, no está presente... y pareciera que es, precisamente por esa ausencia, que se logra ese tipo de desempeño.

Mira ahora este otro vídeo e intenta hacer tú el ejercicio que hace el mono, a ver qué tal se te da:



¿Cómo fue? ¿Cuantos números eres capaz de recordar conscientemente? Yo no puedo ni con cuatro... y el mono me apabulla... Si claro, el mono ha sido entrenado... probablemente si yo me entrenara lograría mejorar mi marca... pero ¿conseguiría ese tipo de memoria a corto plazo que exhibe el chimpancé? Lo dudo mucho. Al menos mientras hubiera alguien haciendo el ejercicio... no obstante, si no estuviera presente, interfiriendo en mi desempeño y siendo un lastre, si no estuviera empeñado en hacerlo de forma consciente, pensando, utilizando mi memoria, haciendo un acto de voluntad, quizás... solamente quizás, lograría un resultado diferente...

Releía a Kenny Werner este verano. Él es músico de jazz y explica que para improvisar tienes que quitarte de en medio y dejar de interferir... El instrumento tiene que tocarse a él mismo, sin que estés tú presente, sin analizar, sin interpretar, sin recordar... si logras eso la música adquiere otra dimensión, pero claro, no hay un "alguien" que lo logre, no estás ahí para lograrlo...

En muchas áreas de la vida, desde el trading en la Bolsa, hasta la pintura, hablar en público o jugar al ajedrez, podemos ser un lastre para nuestro desempeño si nos esforzamos en ser nosotros los que decidimos, y podemos conseguir un resultado extraordinario si dejamos que lo que es se exprese sin interferir.

vC

7 comentarios:

Fernando Greenyway dijo...

Hola Vicens,

¡Parece que te ha dado fuerte por la Vedanta Advaita! Me alegro ;-)

Totalmente de acuerdo con tus reflexiones. Kenny Werner lo que de verdad quiere decir no es quitarse de enmedio, sino quitar a su mente de enmedio. Y paradójimante es justo lo contrario, ya que no te quitas de enmedio, sino que estás lo más presente posible. Pero claro, para entender esto como tu bien dices hay que peder la identificación con la mente, y ese camino no es fácil.

laura dijo...

Felicitats Vicens!!
El principio del artículo me ha hecho pensar en la canción de Melendi " quiéreme por lo que pueda llegar a ser en la vida" que yo siempre he entendido cómo todo lo que podemos hacer, podemos pensar, podemos amar, podemos.... y no "sabemos" conscientemente que podemos hacer!!
Una abraçada.

pilar dijo...

Pues a mi me ha salido igualito que al mono... :)

David dijo...

En cuanto a la pregunta ¿quien eres? Hace unos años mantuve una larga y agradable charla al respecto con unos compañeros, y bueno, llegamos a la conclusión que pueden existir una o quizás dos respuestas. Una es el silencio, pero como respuesta, y la otra es SOY, simplemente SOY. David es el nombre con el que se me reconoce, no lo que SOY, terapeuta es el trabajo que desempeño, no lo que SOY.
Ahora, ¿cómo se que soy? y ¿cómo se que soy lo que soy? ¿qué o quien soy? En el momento que la pregunta sale de los labios no cabe respuesta posible.
Similar a una frase que hay por ahí que más menos dices así: El TAO que se puede explicar, ya no es TAO.
Saludos

Carme dijo...

Hola Vicens!que tal?
jo soy quien soy, soy la mente, soy las emociones, soy el instinto, soy el cuerpo físico, y siempre soy!! aunque siempre utilizamos la mente primero, nos basamos en ella para casi todo!
El ejercicio del mono!! uf quin estres!! El mono no tiene que pensar nada, no tiene miedo a fracasar,su mente está enfocada solo en el ejercicio. Al contrario que nosotros, que siempre tenemos mil cosas en la cabeza! Es verdad que cuando haces algo sin pensar en NADA, te sale a la primera,sin esfuerzo de una manera muy natural y te da una gran satisfacción, ojalá siempre pudiésemos estar en este estado, con todo lo que hacemos!!
bueno.. de mica en mica...
una abraçada

Carme

Juan Márquez - Diamonds for Events Coaching dijo...

Estupendo Vicens, magnífico en contenido y me encanta cómo lo expresas.
Pocos escritos te hacen "ir más allá" como la intro de tu artículo.
Gracias.

Daniel Durden dijo...

En las artes marciales se dice que dejes que tu cuerpo lo haga el ya sabe como hacerlo si lo piensas no te saldrá bien...me encanto el post!!