viernes, 27 de febrero de 2009

El mundo de las imágenes

Las personas con las que te relacionas tienen una imagen de ti. La han elaborado a través de todas las interacciones que habéis tenido, en los últimos días, meses o quizás años. Incluso hay personas que sin conocerte tienen una imagen de ti que han creado cuando han oído hablar de ti o alguien les ha hecho un comentario en el que tú aparecías.

Estas imágenes no son la realidad, aunque parece muy reales.

Tú tienes una imagen de todas y cada una de las personas con las que te relacionas, ya sea que mantengas un contacto de forma regular, o que vuestra interacción sea puntual y anecdótica.

Esta forma de pensar en imágenes nos simplifica mucho el proceso de pensar: ya no tenemos que ir una y otra vez a buscar la esencia de alguien, no hace falta que nos interesemos por conocerle a fondo, pequeñas cosas en su proceder nos disparan ciertos recuerdos y la imagen está servida. A partir de ese momento la interacción ya no será entre dos personas, sino entre dos imágenes: la que ella tiene de ti, y la que tú tienes de ella.

Cuando te relacionas con tu pareja, con un amigo, con un compañero, ya no tienes que analizar quién es él en este momento. Eso podría ser tedioso y requeriría una inversión de energía por tu parte,... es mucho más ágil tomar la imagen que tienes de estas personas y analizarlas según dichas imágenes, así, cuando te llama tu amigo Pablo, mentalmente puedes decirte: "Ah, es Pablo, ya se como es él,..." y entonces sacar toda la información del archivo mental que tienes sobre Pablo y actuar en función de esos datos.

Al hacer eso dejas de ver a Pablo en este momento, para ver la imagen que tienes de Pablo.

Cuando Pablo se relaciona contigo hace exactamente lo mismo, tú para él eres la imagen que ha elaborado con el paso del tiempo.

Por otro lado tú tienes tb una imagen de ti mismo,... las has ido construyendo con el paso del tiempo, y así te dices a ti mismo que eres de determinada manera y no de otra, que te gustan ciertas cosas y no otras, que eres bueno para hacer algo, y menos bueno para otros menesteres... Esta imagen que tienes de ti mismo tampoco es la realidad. Tu no eres tu pasado,... tu pasado no existe. Lo que recuerdas que has hecho o has dejado de hacer es solamente la ceniza de lo que tal vez sucedió, modificada y distorsionada por tu pensamiento,... son retazos, sombras, no son la realidad de quien eres tú.

Cuando otra persona hace un comentario de ti, ¿lo hace sobre quién tú eres, o sobre la imagen que tiene de ti?. Piénsalo detenidamente. ¿Cómo puede llegar a conocer tu esencia una persona, si con el paso del tiempo en vez de percibirte a ti se queda observando la imagen que tiene de ti? La imagen de alguien no es su realidad, esto es un hecho. La imagen siempre es una representación necesariamente empobrecida y distorsionada.

Entonces, ¿qué es lo que sucede cuando alguien hace un comentario sobre ti que a ti te resulta molesto? ¿Está esa persona hablando de ti, o de la imagen que tiene de ti? Está hablando de la imagen que tiene de ti, obviamente.

¿Qué es lo que nos molesta cuando alguien nos insulta? ¿Es el hecho de que alguien tiene una imagen de nosotros, que es distinta de la imagen que nosotros tenemos de nosotros mismos? ¿Nos resulta doloroso que su imagen y nuestra imagen no coincidan? En cualquier caso ninguna de las dos imágenes es la realidad. Tú no eres tu imagen, y mucho menos eres la imagen que otro tiene de ti.

¿Qué es lo que nos agrada cuando alguien nos elogia? Esa persona está actuando sobre una imagen. Si su imagen y la que tienes tú de ti van de la mano y son positivas, ¿eso nos gusta? Es la misma trampa.

¿Eres capaz de ver a las demás personas sin la imagen que tienes de ellas? ¿Puedes dejar a un lado lo que crees que son y aceptar lo que están siendo en éste momento?

¿Eres capaz de verte a ti mismo sin la imagen que tienes de ti, sin tu historia de limitaciones, de dolor, de miedo, sin las opiniones que les has comprado a otras personas? ¿Puedes dejar a un lado lo que crees que eres y tb lo que te gustaría ser, para ver realmente lo que eres?

Eres lo que eres en este momento,... no eres tu historia, no eres lo que quieres ser, eres lo que eres. ¿Puedes observarte sin juzgarte, sin decir que está bien o que está mal, qué te gusta o qué no te gusta? ¿Puedes aceptar lo que hay en ti sin analizarlo,... sin querer cambiarlo en absoluto?

¿Puedes hacer lo mismo en tu relación con los demás? ¿Eres capaz de ver a tu pareja sin la imagen que tienes de ella, hecha con el paso del tiempo? ¿Puedes ver lo que ella es ahora, sin la ceniza del pasado, sin su sombra?

¿Puedes estar libre de la carga del pasado? ¿Tanto de la negativa como de la positiva, tanto de lo que te gusta como de lo que no te gusta y enfrentarte a lo que de verdad es?

Conocernos a nosotros mismos, cómo pensamos, cómo sentimos, entendernos en nuestra relación con los demás, descubrir cómo nos hacemos sentir bien y como nos hacemos sentir mal,... considero que son aspectos realmente importantes, sobre los que vale la pena reflexionar.

9 comentarios:

Noel dijo...

Felicidades Vicens,

Me ha encantado esta reflexión y estoy totalmente de acuerdo contigo. Creo que es vital tener un dialogo fluido con uno mismo, y es muy importante para nuestra salud mental aceptarnos y perdonarnos a nosotros mismos los errores que cometemos.

Creo que muchas de las enfermedades como la depresión, fobias, etc vienen porque no hay un dialogo fluido con nuestro yo. Veo a mucha gente que su vida es una huida constante de si mismo y lógicamente acaban sin rumbo y cometiendo multitud de estupideces (económicas, laborales, sentimentales) que se podían haber evitado si, como tu bien dices, nos parasemos a conocernos un poco mas a nosotros mismos.

Black_ikarus dijo...

Interesante reflexión.

Nuestra identidad física cambia constantemente. Cada segundo que pasa, aunque no lo notemos, nuestro cuerpo ya no es el mismo.

Nuestra identidad psíquica, sin embargo, creo que no es tan cambiante, o, al menos, no tan rápidamente. Pero, claro, ¿cómo saber quiénes somos realmente si eliminamos los recuerdos, las imágenes que creemos que los demás tienen de nosotros, y las que nuestra mente ha creado de nuestra persona? ¿Realmente es posible ese ejercicio tan abstracto?

¿Cuál sería el resultado? Porque sin la memoria no somos nada. Ni bueno, ni malo: nada (y todo al mismo tiempo). Sin recuerdos no tendríamos origen, ni nombre, ni familia, ni relaciones establecidas, ni expectativas, ni remordimientos, ni temores.

A mí, a priori, me parece que la respuesta acertada es que tú puedes ser realmente lo que quieras ser.
¿Van por ahí los tiros, Vicens?

Jota dijo...

que movida jajaja

Cherie dijo...

Esto de la imagen de uno mismo me preocupa....
Una vez una chica me dijo "es que tú no eres consciente de la imagen que das"... y esto me puso muy paranoica con mi forma de actuar con los demás, porq yo no puedo saber cómo me ven los demás! tendría que estar dentro de sus cabezas! así que esto me confirma que juzgamos a las personas por la imagen que tenemos de nuestras experiencias y de la imagen que tenemos de nosotros mismos que no se corresponden con la realidad de que cada uno es como es y punto.

River dijo...

Este es un post hermoso y para mí muchas de las cosas que pone son verdad. la mente en primer momento tiende a simplificar. Poseemos alqunos condicionantes mentales, emocionales, físicos que éstos bien encauzados nos pueden ahorrar mucho sufrimiento.Pero por suerte la imagen que tenemos de las personas puede variar cuando ves otros aspectos, miras más allá de la forma o su condicionmiento.
Todos necesitamos saber que sabemos algo y como ponía un comentario tener un origen un punto de referencia.
Contamos con nuestra esencia , nuesta forma, más herramientas para mantenerla(instito de supervivencia). Es normal protregerse.Esto puede ser muy útil siempre que no se conviertan en un lastre sino un mullido colchón a tus pies.
Creo que la imágenes que tenemos de las personas no son la realidad sino nuestras percepciones de ellas basadas en nuestras experiecias. Por lo tanto es importante manejar nuestros mecanismos para que no nos oculten la verdadera naturaleza de las personas.
Saludos.

blackcisne dijo...

creo que existe un YO objetivo, tanto para mí como para el mundo. Pero también pienso que dicho YO está sesgado tanto por mí como por el mundo. También parto de otra premisa, "algunas verdades, no se pueden conocer". No se pueden conocer porque son físicamente inalcansables. Por ejemplo: ¿qué había antes del big bang? ¿porqué el universo es como es? Por otra parte, creo que el cerebro y la mente humana, aún se nos escapan. De todas formas, creo que vivo en el mejor de los mundos posibles!!!

Pilardepiedra dijo...

¿Puedes dejar a un lado lo que crees que son y aceptar lo que están siendo en éste momento?
¿Eres capaz de verte a ti mismo sin la imagen que tienes de ti?


Pues no lo había pensando nunca y me encanta que mes hayas hecho reflexionar sobre esto. A partir de ahora lo voy a hacer y en unos días te contaré...

Perséfone dijo...

Realmente muchos de los problemas que se originan entre las personas se deben a las etiquetas que ponemos a las personas y a las situaciones.

Es cierto que tenemos imágenes de las personas y a menudo ellos de nosotros que no coinciden con nuestro ser más profundo.

La explicación la encontré en El Poder del Ahora de Eckhart Tolle, sólo alguien que se ha liberado del pasado y del futuro, alguien que es "consciente", puede captar la esencia de otra persona porque la mirará sin juicios, es decir sin pensar.

Pilardepiedra dijo...

He estado reflexionando sobre este post estos días y voy a compartir mis conclusiones.


Pero con respecto a la gente que ya conoces bastante, no creo que tengamos una imagen (algo no real)de ellos sino que tenemos en nuestra cabeza un "miniresumen" de cómo es esa persona y cómo se ha relacionado conmigo con anterioridad. Pero considero que es real lo que conoces de la otra persona.

Sí que es verdad que ésto puede provocar que no nos dejemos sorprender por la otra persona, es decir, no vivimos el momento.

Damos por hecho cómo se va a comportar, qué va a decirnos, cómo va a reaccionar. Y esta manera de relacionarnos con el otro no da la oportunidad de evolucionar ni al otro ni a ti mismo.

Alguna que otra vez he intentando cambiar mi mal humor, por ejemplo, y hablar con más cuidado y resulta que la otra persona reacciona como si me hubiera puesto "pitufo gruñona". Uf, qué coraje. Tanto esfuerzo para nada.

En fin, me ha gustado incorporar a mi vida esta nueva actitud. Ponerme frente al otro, e intentar olvidar lo que conozco de él y dejarme sorprender. Tenemos que darnos la oporutnidad de sorprender al otro con nuestro ser.

Apasionante...