Con el final del año llegan las entrevistas de evaluación del rendimiento. Un mecanismo que supuestamente sirve a algunas empresas para saber qué áreas de mejora tiene su personal, a quién deberían promocionar y cómo diseñar el plan de formación para el año entrante.
Lamentablemente estas evaluaciones las llevan a cabo personas que son a la vez el factor limitante. No pueden evaluar matices que a ellos mismos se les escapan.
Además, si el jefe evalúa a su equipo de una forma objetiva, quizás salga a la luz alguien tan bueno, tan dedicado, y con tanto talento, que le pueda hacer sombra, le pueda poner en evidencia, o le suponga una amenaza potencial.
Por otro lado, si uno anda muy ocupado con sus tareas, quizás no termine de ver el valor de este tipo de trabajo de desarrollo del equipo y llegue a considerarlo una aburrida rutina por la que "hay que pasar".
El caso es que esta mañana hablaba con un amigo que trabaja en un banco en el que instauraron, hace algunos años, estas evaluaciones del desempeño. Básicamente el jefe redacta un informe sobre el trabajo realizado por sus colaboradores a lo largo del año.
El año pasado el jefe le hizo una evaluación muy a la baja. Él se había entregado a fondo y había superado con creces el rendimiento requerido, estaba por encima del rendimiento medio de la oficina y la dedicación era notable. Pero la evaluación no lo reflejó... Hacerlo hubiera supuesto también una propuesta para un cargo mejor retribuido y el jefe no estaba "interesado" en esa promoción.
¿Qué piensas que sintió mi amigo cuando recibió tan injusta valoración?, ¿crees que se sintió más o menos motivado?. No solamente bajó su rendimiento, sino que también quedó terriblemente frustrado. Al fin y al cabo durante ese año se había esforzado para rendir por encima de lo que se pedía y para ello había renunciado a otros compromisos personales.
Al ver que su esfuerzo quedaba desmerecido, decidió seguir una estrategia mucho más sana: limitarse a cumplir sus objetivos (los superó en un 40%) pero sin dar todo lo que podía dar. ¿Para qué?, ¿para que el jefe se lleve la medalla de un esfuerzo que no le corresponde y no reconozca el valor del tiempo y la dedicación de su equipo?. Mi amigo lo ha tenido claro. No way.
En la evaluación de este año, como era de esperar, no ha llegado ni el reconocimiento ni la promoción, pero tampoco la frustración.
Las herramientas están ahí, pero mientras las personas, con nuestros miedos, seamos el elemento limitante, no serán utilizadas de la forma adecuada.
vC
4 comentarios:
He vivido durante años este tipo de situaciones y sigo participando en ellas... esta vez desde el paro. Asisto a un curso organizado por el INEM sobre financiación de empresas al que me cuesta asistir(y digo "me cuesta" en más de un sentido porque debo prescindir de más de la mitad de mi subvención para pagar la guardería de mi hija mientras asisto a clases). Uno de los profesores nos dejó bien claro desde el principio que solo da clases para poder cotizar los años que le faltan para jubilarse y que lo demás no le importa, es más, nos da el examen prácticamente hecho. Otro de los profesores, muy bueno,... tanto que nadie puede llegarle y cuando te interesas por aprender más o pedirle apuntes te batea con un "pero si da igual, si no váis a ver nada de esto en las empresas en las que trabajéis...". Qué nos queda? Irnos a vivir / trabajar a otro país? No sé, cómo se arregla esto? Porque veo que es algo generalizado desde hace años... y por más que comparta tu explicación Vicens, sigo sin comprender cómo podemos salir de esta crisis que entre todos hemos ayudado a crear.
Hola Pilar,
Para empezar la crisis no existe. Como bien explico Vicens en otra de sus Publicaciones de este blog, donde tu ves crisis otros ven oportunidad de hecho yo he visto oportunidad en tiempo de crisis.
Por lo que todo depende de como se mire.
Y por otro lado no hagas caso a gente que no te motiva. Mirate bien los videos de Emilio Duró.
De la gente que no tiene ganas de trabajar lo único que conseguirás es no tener ganas de trabajar. Busca gente que si tenga ganas y aprende de ellos, contágiate de su energía.
Y por último, la crisis ha venido porque se ha estado viviendo con un dinero que no se tenía, gracias a los Bancos. Pero si queremos crecimiento y que vuelvan de nuevo los buenos tiempos habrá que pasar por lo mismo porque el que haya crecimiento significa que se invierte con la creencia de que mañana estaremos mejor y se creerá trabajo, porque si piensas que mañana estaremos peor entonces no se invierte y no se crea trabajo.
Por eso somos nosotros los que tenemos que empezar a creer que mañana será mejor y clave está en el CONOCIMIENTO. Si sabes cosas puedes aplicarlas para crear ideas que te harán conseguir dinero.
Ahora que estás en paro lo mejor que puedes hacer es aprovechar ese tiempo libre para aprender cosas. Cosas que te gusten, cosas que te apasionen, cosas que te hagan despertar tu talento. Porque con tu talento/conocimiento harás cosas que otros no hacen.
Asi que desde yá empieza a pensar en positivo porque si piensas en crisis solo verás crisis, si piensas en oportunidades al final acabarás viendo oportunidades.
Perdón que he haya enrollado tanto. Espero que te sientas con más ánimos después de leer estas palabras.
Pues aunque no lo creas Technobroker, soy una persona positiva. De cualquier forma agradezco mucho tus palabras de ánimo porque me ayudan.
Cuando hablaba de crisis, no me refería a la económica, me refería a la del conocimiento (y reconocimiento), a la de los valores,… y creo que una lleva a la otra. Para mi no resulta tan fácil focalizarla en los Bancos. Por qué? Releía tus palabras y el último párrafo de Vicens: “mientras seamos el elemento limitante…” y creo que ese elemento limitante no sólo está en nuestros referentes (jefes, presidentes, padres,…) está también en nosotros. Así que no puedo por más que ver la situación como un enorme elefante en mi camino :) suerte que soy hormiguita y puedo colarme entre las patas ;)
Y es que el mayor de los talentos es el reconocer el de los talentosos (algo parecido leí en alguna parte).
Siendo un poco inteligentes, hay que pensar que es imposible que alguien con un nivel de conciencia inferior valore positivamente a otro con un nivel elevado de conciencia; es pedir peras al olmo (porque quien trabaja por el bien común tiene indudablemente un nivel superior de conciencia, aunque reciba su recompensa personal justamente). Siendo inteligentes, habría que comprender, por tanto, lo que le pasó a tu amigo y a tantas personas más, pero no deja de ser frustrante.
Por eso es tan importante desarrollar tu creatividad en algo que sea tuyo, aparte de que realices trabajos para terceros,si lo deseas, porque, de lo contrario, no sólo tienes esa sensación de frustración, sino también energía creativa retenida, que va guardándose como consecuencia de desilusiones de ese tipo, hasta poder llegar al despido interior, aunque permanezcas en la empresa, e incluso a la pérdida de salud. Eso es lo que sucede cuando estás sólo a expensas de la evaluación de otros.
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