Otro viernes en el programa de Las mañanas de Cuatro.
Ayer fui a Madrid a participar en el programa y analicé cómo estaba la familia Pérez Casado después de unos meses de pasar por Ajuste de Cuentas.
Ellos fueron la primera familia con la que arrancamos el programa Ajuste de Cuentas: un matrimonio con tres hijas, que habían accedido a que el novio de la mayor se instalara a vivir con ellos con la intención de que pudieran ahorrar para la entrada de un piso.
El problema, bajo mi punto de vista, no era que otra persona se hubiera añadido al núcleo familiar. Eso generaba problemas de relación, de espacio y de conviviencia,... pero no eran más que consecuencias del verdadero problema que, para mi estaba claro: el incumplimiento del compromiso por parte de la pareja de novios.
No estaban ahorrando como habían dicho que harían de manera que la situación, para ellos, era demasiado cómoda como para hacer el esfuerzo requerido para salir de ahí, y los que estaban pagando el pato (literalmente) eran los padres.
Me alegró mucho ver que las cosas les estaban yendo bastante bien: en la casa de los padres el agua había vuelto al cauce del rio y la relación se había normalizado... y en casa de los novios (se fueron de alquiler) la situación era aceptable.
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